viernes, 7 de mayo de 2010

Sólo esto existe.

Me esclavizo a conciencia; sé muy bien en qué mierda estoy metida. Pueden pensar que, al fin de cuentas, solté la cuerda, que caí de cara al barro, mientras mis manos seguían suspendidas en el aire; pero no.
Duermo menos, es verdad; la pesadumbre me quita el sueño. Me relaciono íntimamente con el sol, también es cierto; la noche está despechada debido a mi forzado abandono. Ya no aborrezco la palabra mágica ni su consecutiva; no. Ahora las seduzco y luego las poseo, diariamente. Al fin y al cabo, somos las nuevas putas del sistema; no hay cómo escapar al título. Nos recluta, nos endulza, goza, nos tira unas monedas y se retira para seguir descabezando imbéciles. Imbéciles como nosotros.
Es cuestión de tiempo, más cíclico que lineal. Lo mío es simplemente una insignificante cuestión de tiempo…